Diversas empresas y entes estatales de todo el mundo están desarrollando un nuevo paradigma en energía nuclear aplicada a servicios públicos de producción y distribución de electricidad. Se trata de los reactores modulares a pequeña escala, una solución frente a los enormes gastos y las complejas estructuras que requieren las grandes centrales nucleares convencionales. Con ellos, la alternativa de la energía nuclear sería más accesible y práctica para su uso en la producción de electricidad.
El trabajo de diferentes organizaciones en la investigación de reactores modulares a pequeña escala podría desembocar en un nuevo paradigma en el campo de la energía nuclear. Es que el empleo de los reactores mencionados transformaría a esta fuente energética en una solución más accesible económicamente para la alimentación de redes eléctricas y otros sistemas de utilidad social.
Los diseños modulares aplicados a los reactores pequeños permiten la posibilidad de trabajar en conjunto en redes integradas, para de esta manera lograr la misma potencia de un gran reactor. Esta facilidad es vital para las empresas de servicios públicos u otros entes que estén interesados en utilizar la energía nuclear para alimentar redes comunitarias o urbanas de electricidad, por ejemplo.
El gran dilema de la energía nuclear con este fin han sido siempre los costos implicados. Si pensamos que una central nuclear convencional requiere para su desarrollo una erogación de entre 7.000 y 10.000 millones de dólares, podemos entender rápidamente que se trata de una infraestructura al alcance únicamente de unos pocos.
De acuerdo a la información que recoge un artículo del medio especializado IEEE Spectrum, la tecnología que están desarrollando diferentes empresas y entes gubernamentales en todo el mundo permite concluir que una solución más económica se encuentra en la reducción de la escala de las centrales nucleares, que de esta manera pueden ser construidas por docenas y, posteriormente, integrarse para aumentar su potencia.
Los diseños modulares aplicados a los reactores pequeños permiten la posibilidad de trabajar en conjunto en redes integradas, para de esta manera lograr la misma potencia de un gran reactor. Esta facilidad es vital para las empresas de servicios públicos u otros entes que estén interesados en utilizar la energía nuclear para alimentar redes comunitarias o urbanas de electricidad, por ejemplo.
El gran dilema de la energía nuclear con este fin han sido siempre los costos implicados. Si pensamos que una central nuclear convencional requiere para su desarrollo una erogación de entre 7.000 y 10.000 millones de dólares, podemos entender rápidamente que se trata de una infraestructura al alcance únicamente de unos pocos.
De acuerdo a la información que recoge un artículo del medio especializado IEEE Spectrum, la tecnología que están desarrollando diferentes empresas y entes gubernamentales en todo el mundo permite concluir que una solución más económica se encuentra en la reducción de la escala de las centrales nucleares, que de esta manera pueden ser construidas por docenas y, posteriormente, integrarse para aumentar su potencia.
Las potencialidades de los nuevos reactores
Muchas empresas de ingeniería están desarrollando reactores más pequeños, que las firmas de servicios públicos ven como una posibilidad real para incorporar a la energía nuclear entre sus fuentes de abastecimiento. Por ejemplo, pequeños reactores modulares de 70 a 210 megavatios se están construyendo en este momento en China y Rusia.
Además, empresas de tecnología nuclear como Westinghouse Electric, General Atomics o Babcock & Wilcox están desarrollando o adquiriendo tecnologías similares en Estados Unidos. Esto permite reducir los costos y hacer más sencillo el control de las infraestructuras, entre otras ventajas.
Es vital para ello la construcción en módulos, que permite que los reactores sean lo suficientemente pequeños como para ser transportados en un camión o vagón de ferrocarril, diseñándose de tal forma para poder ser fácilmente conectados, montados y puestos en marcha en el lugar de destino.
Esta innovación es una gran esperanza frente a las extensas obras de construcción necesarias para el desarrollo de los inmensos reactores empleados actualmente, que además son propensos a diferentes problemas de calidad y retrasos, insumiendo al mismo tiempo riesgos y posibles fallas de seguridad.
Muchas empresas de ingeniería están desarrollando reactores más pequeños, que las firmas de servicios públicos ven como una posibilidad real para incorporar a la energía nuclear entre sus fuentes de abastecimiento. Por ejemplo, pequeños reactores modulares de 70 a 210 megavatios se están construyendo en este momento en China y Rusia.
Además, empresas de tecnología nuclear como Westinghouse Electric, General Atomics o Babcock & Wilcox están desarrollando o adquiriendo tecnologías similares en Estados Unidos. Esto permite reducir los costos y hacer más sencillo el control de las infraestructuras, entre otras ventajas.
Es vital para ello la construcción en módulos, que permite que los reactores sean lo suficientemente pequeños como para ser transportados en un camión o vagón de ferrocarril, diseñándose de tal forma para poder ser fácilmente conectados, montados y puestos en marcha en el lugar de destino.
Esta innovación es una gran esperanza frente a las extensas obras de construcción necesarias para el desarrollo de los inmensos reactores empleados actualmente, que además son propensos a diferentes problemas de calidad y retrasos, insumiendo al mismo tiempo riesgos y posibles fallas de seguridad.
Casos concretos y controversias
Por ejemplo, la empresa Babcock & Wilcox está desarrollando un reactor de agua ligera que supondrá un gasto total de 600 millones de dólares. Con la misma producción de electricidad que un reactor a gran escala de similar tecnología, pero empleando módulos que incrementan la seguridad, fiabilidad y rendimiento de la estructura, esta firma logrará un importante descenso en los costos y obtendrá energía un 20% más económica con relación a un reactor convencional.
En el mismo sentido, los directivos de Energy Northwest, una agencia estatal de Washington, Estados Unidos, creen que la energía nuclear puede ser una fuente limpia y económicamente viable para cumplir con un aumento de la demanda energética en la zona, en torno a los 250 - 350 MW de capacidad agregada. Para ello, están desarrollando un ambicioso plan de construcción de un reactor modular de pequeña escala.
El consorcio Chinergy Co, con base en Beijing, es otra de las empresas que está desarrollando nuevos conceptos para reactores de pequeña escala. Esta firma acaba de lanzar la construcción de un reactor de este tipo que puede operar al doble de la temperatura de un reactor grande, logrando al mismo tiempo hasta un 50 por ciento más de eficiencia energética.
Sin embargo, existen diferentes objeciones políticas a estos nuevos reactores. Precisamente al ser más accesibles, puede aumentar el riesgo de proliferación de estos reactores en diferentes partes del mundo, sin que sea excluyente su uso con fines energéticos o pacíficos. Vale recordar que aunque son más pequeños, siguen siendo reactores nucleares y el peligro que conllevan al caer en malas manos continúa presente.
Por ejemplo, la empresa Babcock & Wilcox está desarrollando un reactor de agua ligera que supondrá un gasto total de 600 millones de dólares. Con la misma producción de electricidad que un reactor a gran escala de similar tecnología, pero empleando módulos que incrementan la seguridad, fiabilidad y rendimiento de la estructura, esta firma logrará un importante descenso en los costos y obtendrá energía un 20% más económica con relación a un reactor convencional.
En el mismo sentido, los directivos de Energy Northwest, una agencia estatal de Washington, Estados Unidos, creen que la energía nuclear puede ser una fuente limpia y económicamente viable para cumplir con un aumento de la demanda energética en la zona, en torno a los 250 - 350 MW de capacidad agregada. Para ello, están desarrollando un ambicioso plan de construcción de un reactor modular de pequeña escala.
El consorcio Chinergy Co, con base en Beijing, es otra de las empresas que está desarrollando nuevos conceptos para reactores de pequeña escala. Esta firma acaba de lanzar la construcción de un reactor de este tipo que puede operar al doble de la temperatura de un reactor grande, logrando al mismo tiempo hasta un 50 por ciento más de eficiencia energética.
Sin embargo, existen diferentes objeciones políticas a estos nuevos reactores. Precisamente al ser más accesibles, puede aumentar el riesgo de proliferación de estos reactores en diferentes partes del mundo, sin que sea excluyente su uso con fines energéticos o pacíficos. Vale recordar que aunque son más pequeños, siguen siendo reactores nucleares y el peligro que conllevan al caer en malas manos continúa presente.
Fuente: Tendencias21
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