viernes, 2 de julio de 2021

El nuevo gran mapa de la materia oscura podría refutar a Einstein

 La investigación más detallada hasta la fecha sugiere que el universo distribuye de forma más homogénea de lo que se esperaba, lo que contradice algunos planteamientos de la teoría de la relatividad general. No obstante, los responsables piden cautela y más investigación para confirmarlo




Tratar de describir la materia oscura es como intentar describir un fantasma que vive en nuestra casa: no se puede ver en absoluto, pero sí pueden verse todas las cosas que se mueven a su alrededor. La única explicación es una fuerza invisible, imposible de observar, de medir, con la que tampoco se puede interactuar de forma directa.

Sabemos que la materia oscura existe porque podemos observar sus efectos en todas las cosas que se mueven en el universo. Los científicos estiman que alrededor del 27 % del universo está compuesto de materia oscura (otro 68 % es energía oscura y el último 5 % son materia y energía ordinarias). Así que la gran pregunta es: ¿Dónde se encuentra exactamente y cómo se distribuye por el universo?

El proyecto internacional Dark Energy Survey (DES), formado por más de 400 científicos, quiere responder a esas preguntas. Acaba de publicar el mapa más grande y detallado de materia oscura del universo, con algunos hallazgos inesperados que no coinciden del todo con las ideas de la física que se remontan a Albert Einstein y a su teoría de la relatividad general.

DES es un esfuerzo por obtener imágenes del máximo número posible de galaxias como una base para mapear la materia oscura, porque la gravedad de la materia oscura tiene un papel importante en cómo se distribuyen estas galaxias. Desde agosto de 2013 hasta enero de 2019, decenas de científicos se reunieron para utilizar el telescopio Víctor M. Blanco de cuatro metros en Chile para estudiar el cielo en infrarrojo cercano

Hay dos claves para crear el mapa. La primera consiste simplemente en observar la ubicación y distribución de las galaxias en todo el universo. Esa disposición ofrece pistas sobre dónde se encuentran las mayores concentraciones de materia oscura.

La segunda requiere observar las lentes gravitacionales, el fenómeno en el que la luz emitida por las galaxias se estira gravitacionalmente por la materia oscura a medida que se mueve por el espacio. El efecto es similar a mirar a través de una lupa. Los científicos utilizan lentes gravitacionales para deducir cuánto espacio real ocupa la materia oscura cercana. Cuanto más distorsionada está la luz, mayor concentración de materia oscura.

Los últimos resultados se basan en los primeros tres años de datos de DES: más de 226 millones de galaxias observadas durante 345 noches. El investigador del University College London (Reino Unido) y de la École Normale Supérieure en París (Francia) Niall Jeffrey, uno de los jefes del proyecto DES, afirma: "Ahora podemos trazar un mapa de la materia oscura en una cuarta parte del hemisferio sur".

A nivel general, los datos coinciden con el llamado Modelo Estándar de Cosmología, que postula que el universo fue creado en el Big Bang y que su contenido total de masa-energía tiene 95 % de materia oscura y energía oscura. El nuevo mapa brindó a los científicos una visión más detallada de algunas vastas estructuras de materia oscura del universo que 

de otra manera permanecerían invisibles para nosotros. Los puntos más brillantes del mapa representan las concentraciones más altas de materia oscura y forman distintos grupos y halos alrededor de los vacíos de muy baja densidad. 


Diminutos robots controlados por campos magnéticos podrían revolucionar la biomedicina

 

Nuevos robots milimétricos pueden controlarse mediante campos magnéticos: son capaces de realizar manipulaciones altamente complejas y podrían servir para nuevos desarrollos en biomedicina, incluyendo dispositivos que deban insertarse en el cuerpo humano.



Investigadores de la Universidad Tecnológica de Nanyang, en Singapur (NTU Singapur) han creado una serie de robots milimétricos que logran efectuar movimientos y manipulaciones de alta complejidad. Se gestionan a través de campos magnéticos: con el tamaño de un grano de arroz, podrían llegar a sitios hoy inaccesibles de nuestro cuerpo y facilitar importantes desarrollos en biomedicina.

De acuerdo a una nota de prensa, los movimientos de los robots pueden ser controlados de forma remota por un operador. Para ello se emplea un programa que se ejecuta en un ordenador de control, variando con precisión la fuerza y la dirección de los campos magnéticos, generados a su vez por un sistema de bobina electromagnética.

Las habilidades de estos robots permitirán que en un futuro cercano puedan inspirar procedimientos quirúrgicos novedosos, por ejemplo en órganos vitales a los que resulta más complejo acceder, como en el caso del cerebro.

Con ese propósito, los científicos están buscando que los dispositivos sean todavía más pequeños: planean llevarlos a unos pocos cientos de micrómetros. En el mismo sentido, intentarán lograr que sean completamente autónomos en términos de control.

Gracias a un profundo entendimiento de la física de estos robots en miniatura, los especialistas lograron controlar con precisión sus movimientos, en un nivel de detalle y complejidad que no se observa en otros desarrollos.

Aunque el campo de los robots miniaturizados se encuentra en pleno auge, y existen muchos dispositivos similares con aplicación en el campo de la biomedicina, los expertos asiáticos explicaron que los avances conseguidos ubican a esta tecnología a la vanguardia en su área.


Fuente: Tendencias21