El tejido pulmonar no se regenera, por lo que la única manera de reemplazar un pulmón dañado, por ejemplo en los pacientes que sufren de enfisema y fibrosis quística, es mediante un transplante. "Sin embargo es un procedimiento difícil y no hay la suficiente cantidad de pulmones como para hacer todos los trasplantes", afirma Laura Niklason, profesora de anestesiología y biomedicina en la Universidad de Yale, y autora correspondiente del estudio. Sólo alrededor del 10 por ciento de los pacientes que han sido sometidos a un trasplante sobreviven después de 10 años, siendo las infecciones y el rechazo de órganos los mayores problemas a los que se enfrentan. El cultivo de pulmones mediante la combinación de un pulmón de un donante en el que se siembren células del propio pulmón del paciente podría disminuir las posibilidades de rechazo y, potencialmente, mejorar el éxito de los trasplantes de pulmón.
Para lograrlo, el equipo extrajo los pulmones de ratas muertas y se extrajeron las células utilizando una mezcla de detergentes. "Las células son sólo sacos acuosos", señala Niklason. "Cuando se eliminan con detergentes, lo que queda atrás es el esqueleto." Unas células fetales de pulmón, junto a células de vasos sanguíneos, se inyectaron en el andamio y se incubaron en un bio-reactor—una máquina que proporcionó asistencia respiratoria mecánica al pulmón durante una semana. Cuando acabó la semana, las células se habían multiplicado, diferenciado, y habían cubierto el andamio. "Proporcionamos la combinación adecuada de células y las condiciones correctas, y las células de algún modo averiguaron lo demás—se fueron a los lugares adecuados", afirma Thomas Petersen, investigador de Yale y primer autor del estudio.
Recientemente, otros grupos han utilizado similares andamios "descelularizados" para cultivar tejidos de corazón e hígado animales. Los pulmones son más complejos que cualquiera de estos órganos, puesto que contienen varios tipos distintos de células que forman una serie de capilares delicados, similares a cabellos, y un laberinto de sacos de aire ramificados. Los intentos anteriores por crear tejido pulmonar en el laboratorio sólo han logrado producir pequeñas muestras de células.
"Espero que todo esto se convierta en una realidad clínica pronto", asegura Lelkes. "No creo que esto vaya a suceder mañana, sino que es algo que espero lograr ver a lo largo de mi vida."
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