Una flota de robots que se deslizan en forma de planeadores en las profundidades marinas ha sido desarrollada por ingenieros alemanes para el estudio de los océanos. Transmiten datos en tiempo real y pueden ser programados vía satélite, lo que les diferencia de otras generaciones de robots marinos. Alcanzan los 1.000 metros de profundidad y consumen la misma energía que la iluminación de una bicicleta. La primera misión de esta flota se inicia en el Océano Atlántico el próximo mes de marzo y partirá del archipiélago de Cabo Verde.
Una flota de robots marinos desarrollada por ingenieros del Instituto Leibniz de Ciencias Marinas (IFM-GEOMAR) ubicado en Kiel, Alemania, permitirá optimizar el estudio de las profundidades de los océanos, gracias al mejoramiento de distintas tecnologías implicadas en esta especialidad.
La dotación puesta en actividad en Alemania constituye la mayor flota de robots marinos en todo el continente europeo. Estos instrumentos son capaces de explorar los océanos hasta una profundidad de 1.000 metros, pero en su trabajo consumen la misma energía que la iluminación que se utiliza en una bicicleta convencional. El avance fue difundido a través de una nota de prensa del IFM-GEOMAR.
Es así que en los próximos años estos robots serán utilizados para hallar datos que nos permitan comprender mejor muchos procesos que se desarrollan en los océanos. Actualmente, los ingenieros, científicos y técnicos a cargo del proyecto preparan los dispositivos para su primera misión oficial en el Atlántico tropical.
De apariencia similar a los mini-torpedos utilizados con fines bélicos, estos robots se emplearán exclusivamente con objetivos pacíficos. Los robots de buceo, de color amarillo y dos metros de largo, disponen de los elementos más avanzados de la electrónica moderna, como por ejemplo sensores y baterías de alto rendimiento.
La dotación puesta en actividad en Alemania constituye la mayor flota de robots marinos en todo el continente europeo. Estos instrumentos son capaces de explorar los océanos hasta una profundidad de 1.000 metros, pero en su trabajo consumen la misma energía que la iluminación que se utiliza en una bicicleta convencional. El avance fue difundido a través de una nota de prensa del IFM-GEOMAR.
Es así que en los próximos años estos robots serán utilizados para hallar datos que nos permitan comprender mejor muchos procesos que se desarrollan en los océanos. Actualmente, los ingenieros, científicos y técnicos a cargo del proyecto preparan los dispositivos para su primera misión oficial en el Atlántico tropical.
De apariencia similar a los mini-torpedos utilizados con fines bélicos, estos robots se emplearán exclusivamente con objetivos pacíficos. Los robots de buceo, de color amarillo y dos metros de largo, disponen de los elementos más avanzados de la electrónica moderna, como por ejemplo sensores y baterías de alto rendimiento.
Nuevas mediciones e investigaciones
Gracias a estos nuevos dispositivos, los expertos podrán realizar mediciones selectivas en el interior del océano. Vale resaltar que los robots están capacitados para transmitir datos en tiempo real, además de comunicarse con los especialistas mediante teléfono por satélite y ser programados con los distintos parámetros necesarios para cada nueva misión.
Debido a todos estos avances, los nuevos robots representan un importante complemento de las anteriores plataformas de sensores marinos. Es importante recordar que el IFM-GEOMAR comenzó a investigar el océano diez años atrás con las tecnologías disponibles en ese momento, que ahora se verán optimizadas con más de 3.000 de estos nuevos dispositivos, que proporcionarán constantemente datos desde el interior del océano.
Sin embargo, los responsables del proyecto indicaron que aún quedan puntos a mejorar en esta nueva tecnología, ya que todavía es complejo manejar el destino de los robots. Hay que tener en cuenta que estos nuevos dispositivos no tienen motor directo, sino que viajan como planeadores en las profundidades de los océanos impulsándose con sus pequeñas alas.
Llevan adelante un movimiento en zigzag, con ciclos que les permiten movilizarse entre una profundidad máxima de 1.000 metros y la superficie del mar. Cada “planeador” puede llevar a cabo misiones autónomas durante semanas o incluso meses, respondiendo a las comunicaciones establecidas por satélite, en las cuales es posible indicarle un nuevo ciclo o misión.
Gracias a estos nuevos dispositivos, los expertos podrán realizar mediciones selectivas en el interior del océano. Vale resaltar que los robots están capacitados para transmitir datos en tiempo real, además de comunicarse con los especialistas mediante teléfono por satélite y ser programados con los distintos parámetros necesarios para cada nueva misión.
Debido a todos estos avances, los nuevos robots representan un importante complemento de las anteriores plataformas de sensores marinos. Es importante recordar que el IFM-GEOMAR comenzó a investigar el océano diez años atrás con las tecnologías disponibles en ese momento, que ahora se verán optimizadas con más de 3.000 de estos nuevos dispositivos, que proporcionarán constantemente datos desde el interior del océano.
Sin embargo, los responsables del proyecto indicaron que aún quedan puntos a mejorar en esta nueva tecnología, ya que todavía es complejo manejar el destino de los robots. Hay que tener en cuenta que estos nuevos dispositivos no tienen motor directo, sino que viajan como planeadores en las profundidades de los océanos impulsándose con sus pequeñas alas.
Llevan adelante un movimiento en zigzag, con ciclos que les permiten movilizarse entre una profundidad máxima de 1.000 metros y la superficie del mar. Cada “planeador” puede llevar a cabo misiones autónomas durante semanas o incluso meses, respondiendo a las comunicaciones establecidas por satélite, en las cuales es posible indicarle un nuevo ciclo o misión.
Equipamiento de última tecnología
Los robots se encuentran equipados con instrumentos especializados para medir la temperatura, la salinidad, el oxígeno y el contenido de clorofila, así como también la turbidez del agua de mar. El IFM-GEOMAR es el primer instituto en Europa en impulsar y adoptar esta nueva tecnología de estudio marino.
Luego de varios intentos fallidos, IFM-GEOMAR fue capaz de desarrollar la flota más grande de este tipo de robots en Europa, con la colaboración de la empresa Teledyne Webb Research Inc. de los Estados Unidos como encargada de la fabricación de los dispositivos.
Ya se ha realizado una exitosa misión de prueba entre agosto y octubre de 2009 en el Océano Atlántico, al sur de las Islas de Cabo Verde. Un robot efectuó mediciones a lo largo de más de 1.000 kilómetros de manera autónoma, y posteriormente fue recuperado por el buque de investigación alemán METEOR. Los datos recogidos pueden cotejarse en la página web de IFM-GEOMAR.
En tanto, ya se realizan los preparativos para la primera misión oficial, que será lanzada a mediados de marzo de 2010 a unas 60 millas náuticas al noreste de la Isla de Cabo Verde de San Vicente. La investigación se desarrollará durante dos meses, tiempo en el cual se investigarán datos físicos y biogeoquímicos del Océano Atlántico, con la colaboración del observatorio TENATSO.
Los robots se encuentran equipados con instrumentos especializados para medir la temperatura, la salinidad, el oxígeno y el contenido de clorofila, así como también la turbidez del agua de mar. El IFM-GEOMAR es el primer instituto en Europa en impulsar y adoptar esta nueva tecnología de estudio marino.
Luego de varios intentos fallidos, IFM-GEOMAR fue capaz de desarrollar la flota más grande de este tipo de robots en Europa, con la colaboración de la empresa Teledyne Webb Research Inc. de los Estados Unidos como encargada de la fabricación de los dispositivos.
Ya se ha realizado una exitosa misión de prueba entre agosto y octubre de 2009 en el Océano Atlántico, al sur de las Islas de Cabo Verde. Un robot efectuó mediciones a lo largo de más de 1.000 kilómetros de manera autónoma, y posteriormente fue recuperado por el buque de investigación alemán METEOR. Los datos recogidos pueden cotejarse en la página web de IFM-GEOMAR.
En tanto, ya se realizan los preparativos para la primera misión oficial, que será lanzada a mediados de marzo de 2010 a unas 60 millas náuticas al noreste de la Isla de Cabo Verde de San Vicente. La investigación se desarrollará durante dos meses, tiempo en el cual se investigarán datos físicos y biogeoquímicos del Océano Atlántico, con la colaboración del observatorio TENATSO.
Fuente: tendencias21.net
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